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Un punto azul pálido

Un punto azul pálido

Si me centro en lo esencial, pienso que el Coaching son una serie de herramientas que sistematizan el sentido común, para poder utilizarlo y mejorar.

Una de ellas es el reencuadre.

Reencuadrar es mirar desde otra u otras perspectivas un conflicto, reto, objetivo o situación cualquiera, para obtener más información. Eso nos permite “recolocarla” en un lugar más ajustado dentro de nuestra visión del mundo y abordarla mejor.

La semana pasada, una persona a la que quiero mucho, me recordó uno de los reencuadres más potentes del siglo XX, la imagen que la sonda espacial Voyager 1 tomó hace 25 años y unos meses de la tierra desde 6 mil millones de kilómetros a petición del astrónomo Carl Sagan. Argumentó que podría ser ilustrativa del lugar que el hombre ocupa en el universo. Se le llamó un punto azul pálido.

Esa imagen inspiró a Sagan para escribir  un libro con el mismo nombre. Son sus palabras las que ilustran maravillosamente, lo que para el supuso ese reencuadre:

“Desde este lejano punto de vista, la Tierra puede no parecer muy interesante. Pero para nosotros es diferente. Considera de nuevo ese punto. Eso es aquí. Eso es nuestra casa. Eso somos nosotros. Todas las personas que has amado, conocido, de las que alguna vez oíste hablar, todos los seres humanos que han existido, han vivido en él. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de ideologías, doctrinas económicas y religiones seguras de sí mismas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada niño esperanzado, cada inventor y explorador, cada profesor de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie ha vivido ahí —en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol.

… Nuestro planeta es un solitario grano en la gran y envolvente penumbra cósmica. En nuestra oscuridad —en toda esta vastedad—, no hay ni un indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos.

… Tal vez no hay mejor demostración de la locura de la soberbia humana que esta distante imagen de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amable y compasivamente, y de preservar y querer ese punto azul pálido, el único hogar que siempre hemos conocido.”

Carl Sagan